IA: ¿qué puede salir mal?

Ya el tema entró a la agenda de los jefes de estado, que empiezan a articular un discurso para “la gente”.

El Executive Order emitido ayer (30 de octubre) por la Casa Blanca está lleno de decisiones trascendentales – pero a mi me interesó porque permite ver qué le preocupa al Presidente de Estados Unidos cuando piensa en la IA – o al menos cómo decide enfrentar el tema en público.

Esta foto la encontré en Yahoo.com pero es probablemente un fake.

En el comunicado de prensa podemos ver todo el listado de sus dolores de cabeza: a veces son explícitos, otras ligeramente velados – pero ahí están todos los que puede traerle algún tipo de rédito.

El lenguaje es pasteurizado y los temas son abordados superficialmente – se trata de un documento de orientación, no de implementación. Igualmente, el cuadro que pinta es muy claro.

“Seize the promise, manage the risks”

Esta es la dirección estratégica: cumplir las promesas de la IA, gestionando los riesgos.

Hablamos del gobierno de Estados Unidos: para ellos la IA no es agente foráneo – es una industria local. Han captado la oportunidad de liderar otra gran oleada de progreso tecnológico, y no quieren perderla.

Lo que más me llama la atención es cómo han identificado con claridad el factor de éxito número 1: el talento.

“El gobierno federal está contratando rápidamente para desarrollar y controlar la IA y así cumplir con las prioridades establecidas por la administración Biden-Harris”, recita la página web dedicada al tema.

Y no hablamos solo de locales: “Desarrollar la fuerza laboral de IA más talentosa del mundo incluye recibir en nuestro país a los talentos mundiales en IA.”

¿Así o más claro?

RSVP. Puertas abiertas para el talento de FrancIA, GrecIA, ColombIA, RumanIA…

El mismo gobierno hará su parte: contratando, invirtiendo en upskilling, facilitando la innovación y la competencia, tratando de aplicar las mejores prácticas. Poderoso.

¿Los riesgos? Existenciales

El capítulo de los riesgos empieza con una enumeración asustadora.

Las áreas de potencial impacto negativo de la IA son nada más nada menos que:

  • Seguridad Nacional
  • Seguridad Económica
  • Salud Pública
  • Seguridad Pública.

Entrando más en detalle encontramos casi todos los escenarios que nos ha venido pintando la ciencia ficción: amenazas químicas, nucleares y biológicas, ataques a la infraestructura, ciberseguridad, fraude y engaño a gran escala.

En campo civil, el ojo está puesto en la justicia, la salud y la finca raíz residencial, donde los riesgos son la “discriminación algorítmica” y la presencia de sesgos (delicadísimos cuando se habla de “polícia preventiva” y “previsión de crímenes”).

Si no has visto “Minority Report” todavía, termina la lectura y corre a verla: es muy buena.

La receta incluye mucha atención a la privacidad y a sistemas de autenticación de contenido, para evitar que el público termine engañado.

En campo militar, los esfuerzos se dirigen a la ética, efectividad y seguridad – y a contrarrestar el uso de la IA por parte del enemigo (ninguna mención de Skynet, todavía).

Donde noto una comunicación más prudente es en el impacto sobre el empleo.

No hay reducción de puestos de trabajo, sólo “displacement” (¿transferencia?).  La presión a la baja en los sueldos es un riesgo de “undercompensation”. La medida propuesta es… hacer un informe para ayudar a los trabajadores que se encuentren con una “job disruption”.

Entiendo la táctica: profundizar demasiado hubiese sido un error.

No era el momento de hablar de los herederos del knowledge worker ni de desmaterialización ni de la paradoja de la humanidad artificial – para todos estos temas están newsletters como esta; además a Biden no le conviene dibujar futuros de desempleo masivo, y menos con elecciones el año que viene.

La IA debe estar en la agenda de los estados

De todo esto queda un hecho: la economía más grande del mundo mira a la Inteligencia Artificial como un factor clave en su futuro.

Ya estábamos acostumbrados a líderes de la IA hablando de sus peligros: ahora se suman los jefes de estado. Vimos a Biden; Rishi Sunak, el primer ministro del Reino Unido, va a organizar una Summit dedicado al tema ahora en Noviembre, tratando de apoderarse de la seguridad y mantenerse así relevante.

¿Y nosotros, los países de la periferia, en qué quedamos?

Seguramente seremos proveedores de talento: los mejores volarán al norte, atraídos por el reto antes que por el sueldo.

También podremos consumir, pagando el acceso a herramientas y APIs (según el modelo de la nube).

¿Podremos opinar?

¿Frente a esta “taxation” habrá una “representation”?

Dos preguntas que dejaremos en abierto. Salvo señalar la importancia de abrir las agendas al tema, al máximo nivel, aquí también.

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