¿Estamos sufriendo los estragos de la revolución digital en nuestra sociedad o ella es nuestra respuesta a problemas preexistentes?
“De tanto usar el celular te estás embobando”.
Esta frase la hemos escuchado a muchos adultos hablando con adolescentes. Detrás de ella está el miedo de que una cosa buena (el celular) usada en exceso pueda “atrofiar” funciones clave del usuario: el sentido crítico, habilidades matemáticas, creatividad – hasta humanidad.
A veces aplicamos esta misma lógica a la sociedad entera: el exceso de digital nos estaría afectando, reduciéndonos a una versión disminuida de lo que solíamos ser.
En esta percepción se suman dos elementos:
- Uno, que hay una relación causa-efecto entre tecnología y sociedad.
- Dos, que el efecto es negativo.
Me enfocaré en la relación causa-efecto.
La idea es que la aparición de las tecnologías digitales ha generado cambios en la sociedad: primero vino la innovación en sus varias oleadas (mainframe, PC, móvil, digitalización, nube, IA: las causas), después empezaron a surgir en la sociedad los cambios generados por ella (los efectos).
Es evidente que las nuevas tecnologías tienen efectos sociales. Pero también existe una relación inversa que no podemos perder de vista: hay cambios sociales que son la causa de la revolución digital.

Esta es la idea inicial de “The Game”, de Alessandro Baricco, una obra de 2018 que logra darle contexto a estos últimos 50 años arrancando justo por ahí: la revolución tecnológica es producto de un cambio social, no viceversa. Primero vino el cambio en las personas (“mental”, lo define él), después encontró la manera de sustanciarse en nuevos aparatos y modelos de negocio.
Ver las cosas así es contraintuitivo, pero fascinante.
Contraintuitivo porque nuestra experiencia de usuarios apunta en la otra dirección: eramos unos antes de usar pantallas por 12 horas al día y ahora nos sentimos diferentes. Percibimos que estos nuevos hábitos nos han cambiado y lo más natural es proyectar el mismo mecanismo a la sociedad: “desde que llegó el PC/celular/Vision Pro el mundo ha cambiado”.
Frente a una experiencia personal tan poderosa (y repetida en todo nuestro entorno), es entendible que la relación inversa quede en la sombra.
Además que ese momento en que la sociedad fue causa y el cambio tecnológico efecto va quedando lejos: el chip integrado y el primer Atari ya tienen más de medio siglo…
Según Baricco, el movimiento social que en esa época generó la revolución digital fue la contracultura californiana. Ellos plantaron la semilla y los varios Jobs, Page, Zuckerberg, Musk, Gates no hicieron sino regarla con sus exitosos negocios.
Más allá de quién sea el iniciador del movimiento, me parece fascinante el punto de vista: la sociedad humana generó la revolución digital porque la necesitaba, porque era el momento, porque en nuestra evolución era tiempo de manejar el mundo de manera diferente.
Para decirlo en términos “modernos”, teníamos un problema y la revolución digital fue (está siendo) la solución.
Esta mirada inversa le devuelve agencia al ser humano; ya no somos víctimas de la tecnología: ella es nuestro invento para salir de apuros.
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