Visión Pro: se le tiene, pero se demora.

Qué es relevante saber del nuevo producto de Apple si eres CEO en América Latina. En pocas palabras: los pasos son de animal grande, pero va algo lejos todavía.

Las empresas más grandes del mundo están moviendo sus fichas en el enorme tablero del futuro digital.

Si tú eres responsable de una empresa en América Latina (pequeña, mediana o grande) el tema te interesa: tu negocio y tus operaciones ocurren en un entorno digital y tienes que saberlo aprovechar al máximo.

Las recién presentadas Apple Vision Pro (AVP) no van a tener un impacto directo en tu empresa en el corto plazo. Pero la dirección de desarrollo que indican es relevante desde ya.

En primer lugar, aclaremos que llegarán al mercado a principios de 2024 y solamente en Estados Unidos. Me imagino que en seguida Apple mirará al lejano oriente y a Europa, y sólo después se fijará en América Latina – así que dentro de 6/9 meses podrás comprar tus gafas en Miami, pero para que lleguen al centro comercial del barrio falta más de un año.

Segunda consideración clave: el precio. Apple entró al mercado por arriba, buscando primero la crema con un precio exclusivo (literalmente): 3,500 dólares americanos. No es loco (solo oferta y demanda), pero impacta la difusión: ellos mismos estiman vender solo un millón de AVP en el primer año. Es un lujo y lo va a ser por muchos años más.

Puedes entonces relajarte: no hay urgencia de decidir qué hacer con esta nueva categoría de productos en tus procesos clave.

Así va un ser un día en la oficina híbrida del futuro para los Assisted Worker marca Apple

Por otra parte, sí es importante que mires a donde apunta esta novedad, al futuro que prefigura en el mundo del trabajo y del entretenimiento.

Si bien es cierto que permiten el consumo de contenido de manera mágica, las Vision Pro se plantean en primer lugar como herramienta de productividad.

Tres características las tornan creíbles en una oficina:

  1. La calidad – suficiente para trabajar;
  2. El acceso a muchas aplicaciones y
  3. La garantía de la marca Apple.

Calidad para trabajar significa que la definición es altísima, el manejo intuitivo y la potencia suficiente para evitar mareos y colgaduras. En las Vision Pro todos los apartados presentan la tecnología más avanzada: habrá que verlas en acción (hasta ahora se han visto solo demos más o menos controladas), pero no hay razones para dudar que van a ser la mejor experiencia posible de “computación espacial”.

El ecosistema de aplicaciones es una ventaja inmensa: lo que tienes en tu iPad lo puede usar con las Vision Pro. Habrá problemitas al principio y una experiencia algo plana, pero el simple hecho de poder usar tus mismas apps va a ser revolucionario. Con el tiempo llegarán experiencias dedicadas a la realidad extendida: los usuarios de la manzana gastan más que nadie y tarde o temprano el flywheel de los desarrolladores se activará.

Mis apps de siempre frente a mis ojos, esté donde esté - fácil de apreciar.

Tercera y última razón (pero tal vez la más importante) es la confianza que suscita la marca Apple. El razonamiento va así: si decidieron lanzarse es porque sienten que vale la pena y no van a abandonar a sus early adopters. Esta tranquilidad de mirar al futuro es tan importante para el consumidor que Zuckerberg tuvo que cambiar de nombre a su empresa para demostrar que la virada al metaverso no era un capricho pasajero.

Es cierto que Apple ya se equivocó alguna vez (el Newton sólo duró 5 años, por ejemplo) pero en este siglo han dominado las categorías donde han entrado (smartphones, tabletas, auriculares, smartwatch – la única excepción reciente siendo tal vez el HomePod).

Además, recordemos que esta es la gran apuesta de Tim Cook, sucesor de Steve Jobs y acusado de no ser tan creativo o genial: no va a abandonar su “bebé” tan pronto.

Con estas premisas (y con el foco demostrado en el lanzamiento) podemos dar por cierto que Apple tiene la capacidad y la voluntad de impulsar el “spatial computing”. En este nombre que eligieron está la importancia para una CEO: es una plataforma de computing, no de entertainment o gaming.

Es para knowledge workers, no para gamers.

Un uso inmediato es cómo nueva pantalla: puedes llevar tu AVP a una cafetería o de viaje, donde te verías fuera de lugar cargando tu monitor de 34 pulgadas . Clave para muchos, especialmente si es fácil de usar junto a tu smartphone o laptop.

También evidente la importancia en comunicación: una videollamada inmersiva es mágica, y se torna eficiente si le sumamos las interacciones en realidad mixta con documentos u objetos. Una joya tecnológica como esta promete ayudar desde ya con el reto de la oficina híbrida. Queda abierta la pregunta: “si la primera generación es así de potente, ¿cómo será la tercera?”

Aquí un punto clave: esta es la versión 1.0. Lanzada para fanboys y desarrolladores; pensada para activar el ecosistema; diseñada para mostrar el camino, no para vender grandes números.

En el futuro llegará la segunda versión optimizada y seguramente unas Apple Vision sin el Pro: más baratas y asequibles. Después bajarán de precio la primera generación y así por delante. Tal vez hasta podamos ver unas Vision SE, de varios colores… el ballet conocido de la evolución.

Hasta que todos tengamos gafas de realidad virtual. Todos.  De marca Apple, pero también Meta, Google y muchas más – porque el “spatial computing” ni es nuevo ni exclusivo de un player.

“La empresa antes conocida cómo Facebook” es la primera ganadora de este nuevo estado de cosas. Su apuesta de fines de 2021 hacia el metaverso encuentra hoy la validación de la número 1 – un sueño hecho realidad.

Claro: Apple no habla de metaverso, y Zuckerberg se burla del nuevo visor – pero ambos están mirando en la misma dirección: un futuro donde las personas tienen el hábito de usar un headset en algún momento del día.

¡Scuba wars! (Dato curioso: no hay fotos de Tim Cook con sus nuevas gafas…)

¿Spatial computing? ¿Metaverso? ¿Realidad Aumentada? ¿Mixta? No importa. Son palabras que irán cambiando. Lo importante es que se fortalece la intuición de que la próxima plataforma de la computación personal es espacial e inmersiva.

En este entorno vuelven a activarse los otrora pioneros de la Realidad Virtual: Google y Samsung. Junto al gigante de los chips móviles Qualcomm, anunciaron una colaboración para lanzar una nueva plataforma de realidad extendida (un término más, pero este es el genérico  que los reúne todos) – pronto veremos los resultados.

Siguen activos además los actuales fabricantes: Pico (comprado por Tik Tok), HTC, Valve, HP y Sony (con su segunda generación de visor para PlayStation). Y no podemos olvidarnos de Microsoft, pionero con sus HoloLens y con mucho que decir en AR por más que se demoren las gafas soñadas hace décadas.

En conclusión: se viene una nueva manera de trabajar – pero se demora

Hasta hace unas semanas, uno podría haber pensado que un futuro inmersivo era una alucinación de Meta. Ahora Apple ha puesto su peso del mismo lado de la balanza y es más fácil dejarse convencer.

Yo creo que en 5 años al menos un 50% de las Fortune 100 habrá incorporado la realidad mixta en su vida cotidiana, según el esquema abajo. En América Latina la estarán usando tal vez el 20% de las 100 empresas más grandes. Sentirse cómodo con las gafas puestas va a ser un requisito para todos los trabajos “de concepto”, así como lo era saber usar una PC en los 90s.

IMAGEN ACCENTURE DAY IN THE LIFE

No todo el día, pero sí todos los días – la Realidad Mixta va a ser… una realidad en 2027

Naturalmente no todos usarán las Vision Pro de Apple. Hoy son seguramente las más funcionales, pero en 5 años no van a ser las únicas.

Meta hubiera podido sacar unas gafas muy buenas para la oficina: tal vez no espectaculares como las AVP pero más que suficientes. El problema hubiera sido el precio demasiado alto, en directa contradicción al apalancamiento en gaming y socialización que son el núcleo de su estrategia.

Microsoft no va a dejar el mercado corporativo en manos de otros: se lo ha ganado en décadas de grandes jugadas y no va querer ver que otra plataforma se le escurra entre los dedos cómo la telefonía móvil. Sea en primera persona o con un gran acuerdo con Meta (que es la opción más probable), allá va a estar en primera línea. Lo mismo dígase de Google/Samsung.

Cinco años pueden parecer un tiempo larguísimo, pero no lo son. Da apenas para cumplir con un paso clave cada año, dejando doce meses de reserva por si algo se alarga:

  • Explorar 2023
  • Experimentar 2024
  • Escalar 2025
  • Explotar 2026

Este roadmap vale si quieres ser líder, pionero de este espacio. También puedes tomarla con más calma y dilatar cada etapa. Mi recomendación de todas formas es empezar pronto a involucrarte en primera persona – o a delegar bastante arriba en tu organización.

En momentos de cambio de paradigma como el que se viene, la innovación es clave y puede crear nuevos liderazgos o salvar a los incumbentes.

El futuro digital empieza hoy y la inmersión es una de las grandes fuerzas en acción: ¡a explorar!